De doncella a mujer

De doncella a mujer.

Inocente joven doncella

reina de las dualidades,

mujer incipiente, y bella,

joven de tiernos modales,

candente volcán naciente,

lleno de deseos paganos,

llevando tu alma, y tu mente,

al placer que cubre tus manos.

Resultaste ardiente, hermosa,

tu deseo ahora complacido,

te movías, salvaje, ardorosa

con tu pensamiento perdido,

sentada sobre el hombre,

tu pelo como loca, suelto,

enterado en ti, su nombre,

por tus lisuras envuelto.

Inocente joven que pensaste

que en el amor todo es placer,

ya no eres la doncella,

ahora eres la mujer,

y buscando atrás con denuedo

recordaras la osadía sin par,

de provocar a un hombre con miedo,

ese truhán, que no te supo amar.

Fruto quedo de ese fuego,

ahora crece en tu vientre,

y tú que no eres doncella

sabes ahora lo que se siente,

ya no eres esa joven inocente,

pues tu cuerpo hubo de conocer,

el cobarde orgullo del hombre,

ese hombre, que te hizo mujer.

Autor: José Prado

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