Thursday, December 8, 2016

Levanta el rostro, esfinge dormida




Levanta el rostro, esfinge dormida

Esperando amor, esfinge dormida,
tus muslos temblando, con frío de amor,
tus alas caídas, anhelantes, tu mente dividida,
porque no tienes mujer, ya fuego y ardor,
la rosa antes bella, está sin pétalos caída,
rendida su alma, por un inmenso dolor.

Han pasado los años, pierdes la esperanza,
de aquel beso vivo, que induce rubor,
que llena de sangre, el deseo y la templanza,
de un fiero carácter, que solo tiene rencor, 
pues se perdió el equilibrio, de tu balanza,
donde hoy solo pesa, duda e ira por un error.

Errar es de humanos, perdonar es divino,
dijo un poeta, en realista canción,
¿Como no perdonar si a una rama de pino?
La dobló el viento, con obligación,
si el hijo de Dios, a la tierra misma vino,
a perdonar el pecado, de tu corazón.

Levanta el rostro, con color reluciente,
abre tus alas, buscando de nuevo al sol,
que llegue a ti, su luz resplandeciente,
gira sobre tu eje, como un girasol,
busca de nuevo en la vida el aliciente,
y canta de nuevo… muy alto a la pasión.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA

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