Sentir hermoso nació en tu pecho.
Tarde, tarde salen los predadores,
con deseo fuerte, sienten necesidad,
ojos que buscaban en la oscuridad,
deseos de amores, locos, pecadores.
El sentir hermoso, nació en tu pecho,
conmigo que soy, terrible cazador,
pues al ver tus ojos, hallé el amor,
y mi fiero rostro, quedó deshecho.
Reíste paloma bella, tu conquista,
tu pecho hermoso, formó la arista,
que al fiero lobo, puso en tu lecho.
Miré tranquilo a tu tez hermosa,
eras mi ama, mi hembra poderosa,
y cerré mis fauces, dormí en tu pecho.
Autor: José Prado
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