Extraña situación
Esperándome reina mujer,
con ese sensual atalaje,
añorando la llegada del ser,
que es dueño de tu equipaje.
Sucedió lo imprevisto,
una extraña situación,
a creerlo me resisto,
por tu ilusa reacción.
Lagrimas en tus ojos,
y yo… yo allí mirando,
te habías puesto de hinojos,
triste… muy triste y llorando.
Todo porque el zapato,
para aquella ocasión,
te había fallado ingrato,
pues se le rompió el tacón.
Te levanté por el hombro,
con la ternura de un varón,
y me di cuenta de pronto,
de tan hermosa situación.
Cambiaron los ojos amados,
todo volvió a ser normal,
los besos enamorados,
y el momento… el momento sin igual.
Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA
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