Almas gemelas.
Oí tus palabras dolidas,
oí tus quejas de amor,
vi las lágrimas salidas,
de tu mismo Corazón;
sentí el dolor de tu partida,
ese de un puñal enterrado,
que no permite cerrar la herida,
que su filo ha creado.
Supo a hiel la despedida,
con el beso de tu boca,
con la mirada que unos ojos
con su tristeza desbocan;
por que sabes no he de verte,
más en todos nuestros días,
y que ya no habrá la osadía,
de mi insano quererte.
Yo sabré pensarte de lejos,
sabré mirarte, sin verte,
sabré llorarte con una risa,
aún herido de muerte;
porque siempre serás,
la mujer que anhela,
este solo corazón, pues eres,
eres su alma gemela.
Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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