Viento con alma
de poeta.
Allá en una
Isla lejana,
rodeada por
el mar,
te vi mujer
hermosa,
en mi
constante soñar;
caminabas
por la arena,
sola y con
tristeza,
yo era
viento y tocaba,
el pelo de
tu cabeza.
Sentiste mi
contacto
y volteaste
de pronto,
pero como
yo era viento
no viste mi
rostro;
trate
entonces que oyeras,
y tu nombre
gritaba,
pero el mar
con su ruido,
mis gritos
ahogaba.
Con ira me
fui al mar,
y como
viento era,
alce una
gran ola,
que en tu
cuerpo rompiera;
pero al
contacto,
con tu
suave piel,
aquella ola
en el acto,
se
convirtió en miel.
Entonces
curiosa
por aquel
parecer,
miraste a
los lados
aun sin
poderme ver;
hablaste,
se que estas ahí,
de amor
estoy repleta,
música llenó
tu espalda,
y escribió
mi alma de poeta.
Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA
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