Saturday, August 17, 2013

Hombre del placer





Hombre del placer

Ojos abiertos miraban mí ser
como a un camino derecho,
por el deseo ya hecho, 
en tú mente de mujer,
como cascada llegó a ser,
tú diamantada cabellera,
sobre mí pecho enredadera,
y sintiendo yo su olor,
me olvidé del pudor,
convirtiéndome en una fiera.

Arranqué de tus hombros
la ropa que me estorbaba,
de tú cabeza quite la almohada,
ante tú mudo asombro,
todo me parecía escombro
ante tú extrema belleza,
y entre tus muslos la cabeza,
deje ahora, sin tino caer,
y un suspiro de mujer,
reavivo entonces mí fiereza.

Ya no hubo mas silencio
callar ahora  ¿Para que?
Me levanté, y penetré,
al valle de mis tormentos,
rompí todos tus cimientos,
sentí tu cuerpo estremecer,
y tú boca de mujer,
en mi oído, quedo me decía,
bendito Dios sea este día,
mí hombre del placer.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor

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