Friday, October 18, 2013

Ardiente llamarada



Ardiente llamarada

Cuando la pasión corría los llanos,
de tu cuerpo como gacela,
nacía en el centro de la alameda
el gemir de muchos lagos,
sentía yo por todos lados,
admirado el sonido del amor,
penetrado ya tu ardor,
con ternura de enamorados.

Fue dulce la experiencia,
volví a sentir pasión,
se despertó otra vez el león,
que pacía en la impaciencia,
mordí tus carnes, rabioso,
apreté tus senos sin clemencia,
con la feroz desesperación,
de la templada indecencia.

Te dije muy quedo groserías,
esas que solo dicen los amantes,
en esos mismos instantes,
que otros hombres callarían,
pero yo no soy caballero,
a la hora esta de amar,
amo como un animal,
y grito al mundo entero.

Detesto el silencio, que me apaga,
detesto la callada tranquilidad,
quiero gritos, en la intimidad,
quiero encendida mi llama,
y quien haya sido mi dama,
ya conoce mis momentos,
sabrá que yo no miento,
soy ardiente llamarada.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA


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