Cuenta la nativa
leyenda,
de que andaba por
las Antillas,
una hembra,
hermosa mujer,
de ébano claro su
estampilla.
Nacieron ella, y
sus hermanas,
en un lugar
caliente, de gran sol,
donde vive, y
suda Dios,
en la linda isla
Dominicana.
Cibaeña, linda,
orgullosa,
un cinco de
Noviembre nació,
y asombrado a
Dios dejó,
una niña a quien
llamaron Diosa.
Feliz sea tu día,
belleza,
no importa la
agonía,
de este poeta que
versa,
con singular
osadía.
Dios ha dejado
que prive,
en ti, su amor, y
valentía,
su risa, candor,
y valía,
linda Diosa del
Caribe.
Autor: José Prado
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USA
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