Wednesday, September 12, 2012

El hijo prodigo





El hijo prodigo

Se fue de su hogar un día
contento con la mitad
de una gran heredad,
porque le pertenecía,
la vida le sonreía,
era joven y decente,
y salio tranquilamente
sin intención de regreso,
con una herencia y un beso
que el padre le dio en la frente.

Poco duro, su fortuna
entre tanta vanidad,
y por su inmoralidad
desgracias tuvo más de una,
verdad no fue inoportuna
pensó después de indigente,
la advertencia inteligente
que su padre le había dado,
por lo que lloro su tristeza
pues se sentía desgraciado.

Pensó en su casa caminando
y en su adorado padre,
y recapacito pensando
he traicionado mi sangre,
tenía el tanta hambre
que comía de los puercos,
se sentía sucio y ladino
por haber sido terco,
que por tanto desatino
no salía de este cerco.

Ahora viene por el camino,
su padre lo ve venir
y le sale a recibir,
porque se fue pero vino,
no hay en la zona un vecino
que no abandone su siesta,
para ver la escena esta
y al que regreso del viaje,
le ponen el mejor traje
porque el cielo esta de fiesta.

Fin
Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor

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