Hay dolores
escondidos,
hasta en el
medio del mar,
los amores
de mi pecho,
que no
pueden olvidar.
En molduras
de oro,
he dejado
enmarcadas,
las risas,
los suspiros,
tus besos,
y tus miradas.
Y aquí muy
profundo,
si lo
pudieses buscar,
todo el
amor del mundo,
lo podrías
encontrar.
Porque
aunque no estés
y te hayas
esfumado,
¿Quien te
podría amar?
¿Quién,
como yo te he amado?
Hay dolores
escondidos,
junto a
besos, y miradas,
a tus risas
y suspiros,
en las
fundas de mi almohada.
Autor: José Prado
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